sábado, 6 de enero de 2018

La inocentada que nos gastó la Renfe viajando a Almería

El pasado jueves 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, íbamos en el tren Talgo que comunica Madrid Chamartín con Almería. Su salida tiene lugar a las 8 de la mañana y su llegada está prevista a las 14:17. El viaje, a pesar del retraso de la salida que ya se está convirtiendo en una tradición, transcurría sin novedades hasta que pasamos Alcázar de San Juan. Fue entonces cuando nos avisaron de que, por causas técnicas, nos teníamos que bajar en la estación de Vilches para seguir nuestro viaje a Almería. El problema fue que el tren que parte de Almería para Madrid no pudo salir de la estación por una avería en la locomotora. Esos viajeros fueron trasladados hasta Vilches en autobús y, desde allí, seguirían el viaje en el Talgo que nosotros usamos hasta esa localidad jiennense.

Tweet en el que contamos lo que iba sucediendo en el Talgo Madrid-Almería.
La indignación de algunos viajeros, lógicamente, fue grande. Algunas personas, por ejemplo, empezaron a plantear quejas al chico que está al cargo del bar móvil. Tuvimos que recordar a algunos de nuestros compañeros de vagón que ese señor no es el responsable del calamitoso estado de las comunicaciones ferroviarias de Andalucía Oriental con el resto de Andalucía y España. Los responsables de esta vergüenza, que se carcajean en nuestra cara mientras tenemos un servicio digno del Tercer Mundo,  se sientan cada viernes en el Consejo de Ministros en la Moncloa. Bien es verdad que Rajoy y De la Serna no son, por supuesto, los únicos culpables pero ellos son ahora los que dirigen el país y deberían dar una solución a este problema que está dejando en el ostracismo a la mitad de Andalucía.

Tweet de Renfe en el que se advierte de una incidencia en el Talgo
de Madrid a Almería un día antes de tener nuestro problema.
Al llegar a Vilches, los autobuses nos estaban esperando y llegamos a Almería pasadas las 14:30 horas. Está muy bien celebrar el 25º aniversario de la Alta Velocidad en España, pero es sangrante que otras zonas de nuestro país tengan comunicaciones tan deplorables.

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